La Peor Película de mi vida: Crepúsculo

 Vuelve La Peor Película de mi vida. Y vuelve porque alguien a colaborado nuevamente, así que si os gusta esta sección, ya sabéis a colaborar! Gracias a Néstor por haber resucitado la sección (aunque sea con esta entrada) y por haberla hecho de Crepúsculo, me va a venir muy bien para las visitas. Como podréis comprobar, la entrada más visitada del blog es la de 3MSC, una entrada que no he escrito ni yo, ¿y todo gracias a quién? Pues a Mario Casas! Pues eso, espero que os guste.


Autor: Néstor Rubio
Película: Crepúsculo
Puedes seguirle en: Cimborrio Andaluz

Crepúsculo. Sin duda una obra original y transgresora que marca un antes y un después en la historia del cine y en el tratamiento de la mitología vampírica, algo nunca llevado a la gran pantalla de tal manera. Una obra magistral de MIS SANTÍSIMOS COJONES, que se retorcían tanto de dolor como mis ojos mientras veían semejante bodrio.

Sí, la vi. Y sólo me faltó vomitarle en la cara a la directora. Me planté frente a la tele y cuando llevo 15 minutos me pregunto ¿Pero esto qué es? Me sentí engañado, ultrajado, indignado ¡YO!, que había estudiado ese curso lenguaje audiovisual con un profesor filósofo del cine. ¿Cómo podía permitirme tal cosa?

Eso sí, es normal que tanta adolescente crea que estos seres existen, porque la película tal y como está te deja sin sangre, te la chupa,…

Pasemos a hablar del plano interpretativo. Kristen Steward, no es uno de sus mejores personajes, pero su sosería única siempre definirá el papel. En ocasiones me daban ganas de decirle a su personaje, conversar con ella, decirle:

YO: Pero Bella, hija mía, que estás derretida ¡Que se te derrama la boca!

Bella: ¿Cómo? ¿Qué se me derrama?

YO: Lo que tu boca mama.

Será envidia, pero no puedo evitar ver en la cara de Robert Pattinson un cuadro de Picasso. Y por otro lado, no puedo dejar de imaginar al lobo, Taylor Lautner, como la reencarnación de Farruquito. Todo un cerdo, ¡Uy! Un galán que sin camiseta ¡Madre mía! Anabolizantes por un tubo. Lo que más me llamó la atención fue su melenón, negro, como el ébano y también, por qué no decirlo, como mis santísimos cojones.

He de reconocer que a pesar de todo me emocioné en un punto de la película porque creía que se iba a poner a bailar por fandangos cual su primo Farruquito y así sacarme de la monotonía.

Todo el elenco soberbio. Con dotes interpretativas sublimes, brillantes, precisas y preciosas, grandes… como mis santísimos cojones.

Una obra que respeta el raccord… Porque sin vérmela dos veces aún recuerdo el fallo “inapreciable” de la escena en la que la actriz entra en un restaurante con un bolso o un libro y sale de allí a lo loco sin él.

En cuanto a la línea argumental, nada que no esté detrás de toda gran obra ¡Qué tensión sexual! Pero si es que el chaval tenía que tener más acumulado ahí que el bote de El Euromillón.

Por lo demás y a rasgos generales, nada que reprochar, una fotografía y una dirección aceptables en la MIERDA. Lo peor es que la cosa sigue en miles de fenómenos naturales… Amanecer, Eclipse, Equinoccio…